Ediles de todos los partidos se unieron ayer por el dinero
El dinero los unió. Regidores del PAN, PRI, PRD y PT-Convergencia condicionaron la realización de la junta de Cabildo al pago de un bono de $110,240 como compensación extra por sus tres años en la Comuna.
Por ese motivo, la sesión se atrasó tres horas —debió empezar a las 11 de la mañana— porque los ediles exigieron cobrar primero esa cantidad, la cual les fue pagada junto con la quincena respectiva.
Según se averiguó, los concejales entraron al despacho del alcalde César Bojórquez para pedir el pago en ese momento, no después de la sesión, como se les ofreció. Ante la actitud de los regidores, el alcalde optó por acudir a supervisar los últimos detalles del monumento a los Montejo, que se inaugura hoy.
—En un momento regreso, voy a trabajar mientras ellos cobran —dijo a los reporteros que lo siguieron hasta el estacionamiento del Ayuntamiento.
Los únicos que no se unieron a ese “boicot” fueron la edil panista Mercedes Estrada Mérida y el síndico Luis Castillo. Este último quedó solo en la sala de Cabildo; su solitaria figura sobresalía entre las sillas vacías.
Todos los participantes en esa acción de presión negaron los hechos, incluyendo los panistas. Según argumentaron, el atraso se debió a que discutían uno de los puntos que tocarían en la sesión, pero quedaron en evidencia cuando el secretario de la Comuna, Jorge Puga Rubio, y una empleada de la Dirección de Administración fueron a sus cubículos a entregarles sus cheques.
—Todos cobraron, incluso firmaron y pusieron su huella digital en los comprobantes —aseguró Patricia Espinosa, de Relaciones Laborales.
Sin embargo, minutos antes Francisco Bernés, del PAN, aseguró que no había cobrado e incluso que ignoraba que habría un bono de despedida. Su compañera de partido, Imelda Pacheco, se expresó en términos similares: dijo que ignoraba cuánto cobrarían por ese concepto y que esperaba que más tarde se lo informara el secretario de la Comuna.
Otra panista, Carmen González, aceptó que recibió el bono, pero se negó a revelar el monto. “Pregúntale a otro y que digan cuánto cobró Jorge Puga, pues gana más que nosotros”.
Finalmente se realizó la sesión de Cabildo, agitada por la presencia de locatarios, y el alcalde tuvo más actividad que anteayer.
La jornada política de ayer fue intensa en Mérida. Por principio y en sus últimas horas, el Ayuntamiento que encabeza César Bojórquez Zapata se enfrentó a una “rebelión” de regidores que se negaron a comenzar una sesión si antes no les pagaban un bono extra de $110,000 por su trabajo en la administración.
Aunque la mayoría de los involucrados negó la situación, finalmente se supo que todos cobraron sus cheques (se los llevaron hasta sus cubículos) y hasta entonces accedieron a realizar la sesión de Cabildo, que comenzó con tres horas de retraso. Regidores de todos los partidos participaron en la “rebelión”.
Por otra parte, la LIX Legislatura se instaló formalmente ayer, en una jornada que llevó a cientos de priistas a llenar por completo el Congreso.
En la sesión, los nuevos legisladores tomaron su primer acuerdo y fue por unanimidad: la integración de su mesa directiva, que encabeza el priista Víctor Caballero Durán.
A las sesión del Congreso asistieron numerosos invitados especiales, entre ellos la alcaldesa electa, Angélica Araujo Lara, y la presidenta estatal del PRI, Alaine López Briceño.
