Bacterias de un estornudo viajan hasta cuatro metros y permanecen hasta una hora

20 junio 2017
Noticias de Yucatán


Las bacterias diseminadas en un estornudo pueden viajar hasta cuatro metros y permanecer en el aire casi una hora, se indicó en una investigación publicada hoy por una científica australiana quien señaló que los australianos deben emular a los chinos para evitar la propagación de una enfermedad.
Los hallazgos de la investigación "acaban con el actual dogma médico", señaló la profesora Lidia Morawska de la Universidad de Tecnología de Queensland, quien inició su investigación como resultado del brote de 2003 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) que mató a cerca de 800 personas.
Preocupada por la letal epidemia, Morawska empezó a investigar la ciencia del estornudo y adquirió más conocimientos sobre la manera en que la enfermedad se propaga por el aire.
Lo que encontró modificó por completo el discurso dominante de que las bacterias sólo pueden propagarse a una distancia equivalente al brazo extendido o a una distancia menor.
"Hemos demostrado que las bacterias pueden viajar muy lejos y permanecer en el aire durante cerca de 45 minutos, de modo que, en vista de esto, tenemos que modificar por completo la manera en que vemos las infecciones", dijo Morawska hoy a Xinhua.
"Ya sea que uno se encuentre en el metro o en la oficina, si alguien enfermo estuvo en ese lugar, las bacterias persistirán durante un buen rato", dijo.
Como parte de la investigación, Morawska y su equipo utilizaron un túnel de cuatro metros de longitud para determinar la distancia que las bacterias pueden recorrer a partir de un solo estornudo o una sola tos.
El grupo encontró que las bacterias pueden de hecho desplazarse más allá de la longitud del túnel, un hallazgo alarmante que condujo a Morawska a la conclusión de que los australianos tienen mucho que aprender de los chinos en lo que respecta a mantenerse libres de la enfermedad.
"Si una persona está enferma, realmente debe usar un cubrebocas para evitar la propagación de la enfermedad. En Australia esto es muy poco común, pero en muchos países de Asia, sobre todo en China, sí es muy frecuente y al parecer es una forma muy buena de impedir la propagación de la enfermedad", dijo Morawska.
Las ideas equivocadas sobre la manera en que la enfermedad se propaga son un "gran problema", dijo la profesora, quien indicó que todos tienen un papel que desempeñar "en su propia protección y en la protección de otros".
"En primer lugar tenemos que considerar la manera de diseñar los edificios en el futuro para lograr que los sistemas de ventilación funcionen de tal forma que el aire de una persona infectada no se extienda por toda la oficina", dijo.
"El mayor problema es que toda la comunidad de salud se sigue apegando al viejo dogma médico que es incorrecto. Así que las personas, en particular los niños, tienen que recibir información sobre la manera de evitar la propagación de la enfermedad", dijo.
Aunque Australia fue muy afortunada por haber evitado el brote de SARS en el 2003, Morawska señala que, 14 años más tarde, no se puede bajar la guardia y dijo que el incidente aún debe ser tratado como un "punto de inflexión" y una lección importante en estrategias de salud globales.
La profesora continuará su investigación sobre la manera en la que las infecciones se propagan y su próximo estudio se centrará en la efectividad de diversas medidas preventivas para evitar la propagación de la enfermedad.


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